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EL ALOE VERA


Aloe vera

Etimología

Aloe: nombre genérico de origen muy incierto. Podría ser derivado del griego άλς, άλός (als, alós), "sal" - dando άλόη, ης, ή (aloé, oés) que designaba tanto la planta como su jugo - debido a su sabor, que recuerda al agua del mar. De allí pasó al latín ălŏē, ēs con la misma acepción, y que, en sentido figurado, significaba también "amargo". Se ha propuesto también un origen árabe, alloeh, que significa "la sustancia amarga brillante"; pero es más probablemente de origen complejo a través del hebreo: ahal (אהל), frecuentemente citado en textos bíblicos.

vera: epíteto latino que significa "verdadero".

Descripción

Arbusto acaule o con tallo corto cubierto de hojas, estolonífero, con tallo de hasta 30 cm, erecto, sin rebrotes laterales. Las hojas miden 40–50 por 5–8 cm y son densamente agrupadas en una roseta basal de hasta 20 hojas; son estrechamente triangular-lanceoladas, canaliculadas, rectas, erecto-patentes, herbáceas, de un verde-grisáceo, glaucas, sin manchas —excepto unas motas claras en los renuevos jóvenes—, dentadas solo en el margen, con dientes de unos 2 mm, gruesos, duros, retrorsos, de un color más claro que el del limbo. La inflorescencia, incluido el pedúnculo, tiene unos 70–100 cm de alto, en racimo de 30–50 por 5–6 cm, simple, densa en la antesis y en la fructificación. Las brácteas florales —ya presentes esparcidas y escasas en el tallo floral por debajo de la inflorescencia— tienen 8–11 por 5–6 mm y son triangulares, acuminadas, membranáceas y con ligeras crestas pardas paralelas. Las flores, cortamente pediceladas, son sub-erectas en la preantesis, patentes en la antesis y luego péndulas al madurar y en la fructificación; los pedicelos tienen 4–5 mm, son algo acrescentes y llegan hasta 7 mm en la  fructificación. El perianto, de  25–30 mm, es tubuloso, levemente estrechado en la base, y de color amarillo; los tépalos  externos están soldados  en la mitad inferior  de  su longitud. Los estambres, exertos, miden 30–35 mm. El fruto es una cápsula de 20–25 por 6–8 mm, con semillas medio-centimétricas, sin contar las alas.

Botánica

Crece en zonas semiáridas de las regiones tropicales y subtropicales. Es una planta perenne, con hojas suculentas dispuestas en rosetas, alcanzando los 50 cm de largo y los 7 de grosor. Las hojas son alargadas, lanceoladas, y parecen brotar directamente del suelo en los ejemplares juveniles; los más añosos presentan un corto y robusto tallo. Las flores del aloe son pequeñas, tubulares, y se presentan en inflorescencias densas de color rojo o amarillo.

Las hojas están compuestas de tres capas:

• una protección coriácea exterior (dura pero flexible)

• justo debajo da la capa coriácea se encuentra una capa fibrosa donde se concentra un compuesto cuyo gusto amargo sirve a la planta como protección frente a los predadores.

• un corazón gelatinoso donde almacena sus reservas de agua y con el que se preparan múltiples productos farmacéuticos El Aloe vera Gel Eco es un líquido hidrosoluble obtenido de las hojas de Aloe vera, procedente de cultivo orgánico.

Química El gel de aloe vera es un líquido mucilaginoso obtenido exclusivamente a partir de la pulpa de las hojas de A.barbadensis. Sus principales constituyentes son polisacáridos y se emplea para una gran variedad de fines medicinales, principalmente en alteraciones de la piel.

Polisacáridos mucilaginosos El gel de aloe está constituido, en su mayor parte, por polisacáridos mucilaginosos responsables de la gran capacidad que tiene la planta para retener agua, gracias a la cual puede sobrevivir en condiciones de sequía. Estos polisacáridos suelen contener diferentes proporciones de manosa, glucosa y galactosa. Entre ellos se encuentran: glucomananos, glucomananos con ácido glucurónico, galactogalacturonanos, glucogalactomananos, galactoglucoarabinomananos y mananos acetilado.

Entre los polisacáridos mucilaginosos del aloe destacan el acemanano (aloeverosa), que ha despertado gran interés por sus propiedades farmacológicas y como componente activo del gel de aloe, y el aloérido, polisacárido de elevado peso molecular constituido por glucosa, galactosa, manosa y arabinosa.

Otros principios activos

Otros componentes minoritarios identificados que también pueden contribuir a su acción farmacológica son: aminoácidos, glicoproteínas, derivados de cromonas y pironas, saponinas, esteroles, ácidos y sales orgánicas, sales inorgánicas, minerales y oligoelementos, giberilinas, triglicéridos, ácido salicílico, ligninas y vitaminas

Usos Tradicionales

Las virtudes curativas del aloe vera eran ya muy conocidas en la antigüedad, ya que muchos testimonios y relatos salpican su historia. Parece ser que fueron los sumerios quienes, en la época de los reyes de Akkad, aludieron por primera vez al uso terapéutico del aloe (musabbar) en unas tablillas de arcilla. Los antiguos egipcios, aparte de usarlo para curar, también le atribuían propiedades cosméticas. Se dice que el brillo de los ojos de Cleopatra era debido a un colirio hecho a base de aloe y que la belleza de la piel y la tez de Nefertitis surgían de sus baños con pulpa de aloe y leche de burra.

Para los griegos el aloe era símbolo de belleza, paciencia, fortuna y salud. En uno de sus tratados, Hipócrates describe algunas propiedades curativas del aloe: crecimiento del cabello, alivio de disenterías y dolores de estómago. Fue a lo largo de las Guerras Púnicas que los romanos descubrieron las virtudes del aloe de la mano de sus prisioneros cartagineses los cuales lo empleaban para curar sus heridas. Dioscórides describió con entusiasmo en su De Materia Médica las propiedades del aloe. Destacaba entre otras la virtud de hacer coagular la sangre de las heridas, cicatrizar las desolladuras y las llagas abiertas, de curar los forúnculos, y las hemorroides. Decía también que la pulpa fresca del aloe frenaba la caída del cabello y detenía las oftalmias. Plinio el Viejo (23-79 d.C.) describe en su Historia Natural la original manera de curar la disentería inyectando aloe con una pera para lavativa.

Para los hindúes el aloe figura como una de las mejores plantas secretas del Atharvaveda, que lo apoda “el curandero silencioso”. El aloe es una de las 16 plantas sagradas de los amerindios.

En Japón el aloe es una planta reina. Se bebe, se come, se consume y cura bajo todas sus formas. En otras épocas, antes del combate, los samuráis se untaban el cuerpo con pulpa de aloe para expulsar a los demonios y volverse inmortales. La farmacopea china de Li Shih-Shen (1518-1593) cita el aloe entre las plantas con mayores virtudes terapéuticas y lo llama “remedio de armonía”.

Propiedades Cosméticas

El gel de aloe vera ha sido popularmente utilizado durante años para el tratamiento de heridas, quemaduras, cortes y diversas afecciones de la piel. Constituye también un ingrediente habitual de muchos productos de cosmética, debido a sus propiedades suavizantes e hidratantes.

Actividad reepitelizante:

En los últimos años, se han publicado numerosos trabajos que confirman las propiedades cicatrizantes del gel de aloe. La rápida mejoría y curación de las heridas es consecuencia de la acción sinérgica de los diversos constituyentes del gel, los cuales actúan estimulando el crecimiento de los fibroblastos, la angiogénesis y la reepitelización, y reduciendo la fase inflamatoria. El resultado final es un aumento del contenido en colágeno y glicosaminoglicanos en el nuevo tejido de reparación. Los compuestos activos responsables de estos efectos serían: las glicoproteínas (promotoras de la proliferación celular), componentes de bajo peso molecular (que favorecen la reepitelización y la angiogénesis), y los azúcares, polisacáridos y compuestos fenólicos que ejercen efectos antiinflamatorios y antimicrobianos.

Los efectos beneficiosos del gel de aloe en la piel no sólo afectan a las heridas por incisión, sino que también se manifiestan en otras lesiones originadas por diversas causas. Así, en 1935, se describió por primera vez el empleo del gel de aloe vera para el tratamiento de dermatitis ocasionada por radiación aguda. Desde entonces, se han publicado múltiples trabajos sobre su utilización exitosa en caso de quemaduras por radicación, calor, congelación o úlceras crónicas. En estos casos la mejoría comporta una reducción en la sensación del dolor y una recuperación acelerada de la lesión, hechos que se relacionan con la capacidad del gel para disminuir la concentración de tromboxanos, potentes agentes estimulantes del dolor y de la vasoconstricción que acompaña a estas lesiones, y para estimular la proliferación celular de fibroblastos, linfocitos y células neuronales.

En 2009 realizaron un estudio in vivo sobre los efectos en animales de la aplicación de Aloe vera en heridas, aplicándolo sólo y combinado con otros tratamientos. El grupo tratado con el gel mostró una mejoría acelerada de las heridas respecto al grupo control, lo que demuestra que el Aloe vera gel ayuda a la cicatrización y a los procesos implicados en ella.

Otras aplicaciones del gel de aloe se refieren a diversas afecciones de las mucosas y tejidos blandos, resultando beneficioso en determinadas patologías de la cavidad bucal, úlceras aftosas y estomatitis. Asimismo, el acemanano se ha propuesto como agente inocuo y eficaz para la formulación de adhesivos dentales (Vila Casanovas, R. et al, 2001).

Por todo ello, el Aloe vera es recomendable a la hora de formular productos cosméticos con actividad hidratante, calmante y reepitelizante.

Actividad antiinflamatoria:

La actividad antiinflamatoria del gel de aloe ha sido objeto de numerosas investigaciones con la intención de describir los principios activos y sus mecanismos de acción. Se han empleado para ello diversos modelos experimentales de inflamación, como el edema tópico auricular en ratón, el edema plantar en rata inducido por un amplio espectro de agentes irritantes y el granuloma inducido por aire y carragenina.

Como constituyentes responsables de dicha actividad se han descrito cromonas y esteroles que inhiben la biosíntesis de prostaglandinas y reducen la migración e infiltración de los leucocitos. También contribuyen a esta acción las glicoproteínas que bloquean la unión del antígeno al receptor superficial de los mastocitos y reducen la liberación de histamina y la síntesis y secreción de leucotrienos. Además, la fracción de compuestos fenólicos, por su acción antioxidante e inhibidora de las metaloproteasas leucocitarias, contribuye a modular la situación inflamatoria al reducir el efecto oxidativo y agresivo que ejercerían estos mediadores sobre la matriz extracelular del tejido inflamado.

Otros componentes del gel que también participan en la acción antiinflamatoria son: lactato de magnesio, que inhibe la histidina decarboxilasa y, por tanto, la conversión de histidina a histamina en los mastocitos, así como salicilatos, que inhiben la producción de prostaglandinas a partir de ácido araquidónico por inhibición de la ciclooxigenasa. Existen estudios científicos que han demostrado que tanto el gel como el extracto de aloe vera comercializado inhiben de forma significativa la oxidación del ácido araquidónico in vitro.

Estos efectos antiinflamatorios del gel de aloe contribuyen a explicar su acción cicatrizante de heridas, quemaduras y úlceras, como se ha descrito anteriormente, así como la mejoría observada en diversas afecciones inflamatorias articulares, como la artritis. En esta última patología se produce una destrucción progresiva de la articulación, en la que participan diversas metaloproteinasas liberadas de los neutrófilos que degradan el colágeno, la elastina y los proteoglicanos del tejido conectivo. Los constituyentes fenólicos del gel de aloe podrían frenar este proceso degenerativo, al inhibir la acción enzimática de las metaloproteasas y reducir el proceso oxidativo de los neutrófilos.

En 1996, Vázquez, B. et al demostraron con su estudio que el aloe vera gel tenía efectos antiinflamatorios en edemas inducidos. Diferentes extractos del gel fueron estudiados y se observó que reducían el edema e inhibían la acción de compuestos involucrados en los procesos inflamatorios. Así pues, se confirma su acción como inhibidor de los procesos inflamatorios y sus consecuencias.

Por otra parte, posteriormente (Somboonwong, J. et al, 2000) también se confirmó la acción antiinflamatoria y curativa del aloe vera gel sobre quemaduras de segundo grado en animales. El gel se aplicó tópicamente sobre las heridas durante 14 días y los resultados indicaron que la circulación y la recuperación de las quemaduras fueron muy superiores en el grupo tratado con el gel. Se demuestra pues que este gel posee efectos calmantes y antiinflamatorios sobre quemaduras y heridas.

Por todo ello, el Aloe vera Gel Eco es recomendable a la hora de formular productos cosméticos con actividad antiirritante y calmante.

Actividad inmunomoduladora

El gel de aloe vera contiene polisacáridos y glicoproteínas capaces de interaccionar con los componentes de la superficie de las células del sistema inmune provocando su aglutinación o modificando la respuesta a un determinado estímulo. El polisacárido acemanano y, más recientemente, el aloérido se han descrito como los principales responsables de la acción inmunomoduladora.

Algunos investigadores han sugerido que el efecto tópico cicatrizante del gel de aloe sobre heridas infectadas, es debido a la difusión de los polisacáridos del gel a través de la dermis promoviendo una activación local del complemento en el nivel C3. Trabajos posteriores han demostrado que el acemanano estimula la formación de macrófagos y leucocitos, activa la fagocitosis por los macrófagos e induce la síntesis de NO en los mismos. Se ha descrito, también, que aumenta la liberación de citoquinas, estimula las interacciones entre macrófagos, linfocitos T y linfocitos B, favorece la formación de los linfocitos T-citotóxicos, estimula la actividad de las células NK e induce la maduración del as células dendríticas del sistema inmune.

Con la edad, la activación del sistema inmunitario se produce más lentamente. La utilización de productos con aloe vera gel en su fórmula estimula este sistema y atenúa los efectos de la edad. Así pues, estos principios activos también poseen un efecto protector contra el envejecimiento.

Por todo lo mencionado anteriormente, podemos decir que el Aloe vera Gel Eco es recomendable a la hora de formular productos cosméticos con actividad protectora de la piel.

Actividad humectante

El aloe vera es muy utilizado en las lesiones de la piel, fundamentalmente por el poder emoliente y suavizante que posee. Esta acción se debe principalmente a su contenido en mucílagos. Los mucílagos poseen la característica de ser higroscópicos; es decir, que absorben y retienen agua bajo ciertas condiciones, lo cual los convierte en agente humectante.

Por todo ello, el Aloe vera Gel Eco es de utilidad a la hora de formular productos cosméticos con acción hidratante, suavizante, refrescante y protectora de la piel.

Finalmente, debemos citar la publicación Plants preparations used as ingredients of cosmetic products. Vol I. (Council of Europe, 1994) la cual incluye una monografía sobre el gel de aloe vera obtenido del interior de las hojas de Aloe vera L. Los efectos cosméticos que se le atribuye a esta planta los siguientes:

• hidratante, emoliente, aftersun lenitivo, calmante hasta un 30% de gel en productos pre- y aftersun. Productos para pieles sensibles y delicadas.

• otros posibles efectos: productos que alivian la picaduras de insectos, el picor y las quemaduras debidas al sol

Cultivo

Debido a que Aloe vera procede de sitios calurosos y desérticos, su cultivo requiere temperatura que esté por encima de los 10 ℃, por debajo puede sufrir daños, ya que no es tolerante al frío; tampoco tolera excesiva humedad requiriendo climas secos. Se puede ubicar a pleno sol o en semisombra.

Las macetas de terracota son preferibles a cualquier otro material, ya que son porosas, con lo cual se evita el exceso de humedad. Un sustrato también poroso, como el que se emplea para cactus y suculentas es el adecuado, es conveniente dejarlo secar completamente antes de volver a regar. Cuando las plantas se llenan de los hijuelos que surgen alrededor de la "planta madre", se deben dividir para posibilitar un mayor crecimiento de la planta principal y ayudar a prevenir infestaciones de plagas, como ácaros, cochinillas y especies de áfidos. Durante el invierno, esta especie puede entrar en estado de latencia, por lo que se deben suspender los riegos, sobre todo si está en el exterior. En zonas demasiado frías es mejor mantenerla en el interior o en invernaderos con calefacción.

Esta especie se cultiva a gran escala en Australia, Bangladés, Cuba, República Dominicana, China, México, India, Jamaica, Kenia, Tanzania y Sudáfrica, junto con los Estados Unidos para abastecer a la industria cosmética.

Propiedades

El principio activo está formado por el jugo desecado de las células secretoras de las hojas. El olor es característico y fuerte, mientras que el sabor es amargo y desagradable. De las hojas básicamente se obtienen dos compuestos:

  • Gel, que es la porción mucilaginosa del parénquima tisular o mesófila situado en el centro de las hojas. Las plantas más expuestas al sol fabrican menos pulpa y más látex. De la pulpa se extrae un gel brillante y amargo, que se obtiene por extrusión de la parte interna de las hojas. Debe eliminarse previamente todo el contenido de antraquinonas que se ubican en el epidermis de las hojas. Si este proceso no se realiza, el látex se oxida y coge una tonalidad marrón fácilmente. La fragilidad de algunos constituyentes del gel hace que sea necesario estabilizar el material reciente obtenido y preservarlo de la contaminación bacteriana.

  • Acíbar o látex, es el zumo cuajado, resultado de la incisión de las hojas, es un sólido cristalino de color marrón y muy amargo, llamado acíbar (del griego: "jugo del aloe"). Se localiza en las células pericíclicas situadas cerca de los haces conductores inmediatamente por debajo de la epidermis, entre el parénquima clorofítico y el mucilaginoso. En general, se obtiene dejando fluir el líquido que sale de las hojas cortadas transversalmente y depositándolo de este modo en un recipiente mezclado con pulpa.

Para prevenir la pérdida de látex, las hojas deben ser cortadas por la base, cerca del tallo. Se debe tener en cuenta que la hoja que se corta no vuelve a crecer. Para utilizarla con la cáscara se corta por el centro, o en el caso de querer extraer sólo el látex, se quita la cáscara previamente. Una vez cogidas, las hojas son lavadas y fileteadas. La cáscara y el revestimiento amarillento (alantoína) son separados.

  • Aloemodina: Regula el funcionamiento de la mucosa intestinal.

  • Aloeoleína: Mejora úlceras duodenales y estomacales. Disminuye la acidez.

  • Aloetina: Neutraliza el efecto de las toxinas microbianas.

  • Aloína: Alivia el estreñimiento.

  • Aminoácidos: Interviene en la formación de proteínas.

  • Carricina: Refuerza el sistema inmune y ayudaría a las defensas.

  • Creatinina: Resulta fundamental en las reacciones de almacenaje y transmisión de la energía.

  • Emolina, Emodina, Barbaloína: Generan ácido salicílico de efecto analgésico y antifebril.

  • Fosfato de manosa: Agente de crecimiento de los tejidos con efecto cicatrizante.

  • Minerales: calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre.

  • Mucílago: Actividad emoliente sobre la piel.

  • Saponinas: Antiséptico.

  • Fitosteroles: Acción antiinflamatoria.

  • Mucopolisacáridos: Responsables de la hidratación celular.

  • Hormonas vegetales: Estimulan el crecimiento celular y la cicatrización.

  • Enzimas: Intervienen en la estimulación de las defensas del organismo.

Taxonomía

Aloe vera fue descrita por Carlos Linneo en 17537 y luego por Nicolaas Laurens Burman y publicado en Flora Indica . . . nec non Prodromus Florae Capensis, 83, en 1768.

  • Aloe barbadensis Mill.,1768.

  • Aloe barbadensis var. chinensis Haw., 1819

  • Aloe chinensis Steud. ex Baker, 1877

  • Aloe elongata Murray, 1789

  • Aloe flava Pers., 1805

  • Aloe indica Royle, 1839

  • Aloe lanzae Tod., 1890.

  • Aloe littoralis J.König ex Baker, 1880 nom. inval

  • Aloe maculata Forssk.,1775 nom. illeg.

  • Aloe perfoliata var. barbadensis (Mill.) Aiton, 1789

  • Aloe perfoliata var. vera L., 1753.

  • Aloe rubescens DC., 1799

  • Aloe variegata Forssk,.1775 nom. illeg.

  • Aloe vera var. chinensis (Steud. ex Baker) Baker, 1880

  • Aloe vera var. lanzae Baker, 1880

  • Aloe vera var. littoralis J.König ex Baker, 1880

  • Aloe vulgaris Lam., 1783

ALOEGEL DE SPAICLINIC

PROPIEDADES:

Gel corporal hidratante y protector que suaviza la piel, para después del baño o la ducha. Actúa sobre irritaciones de la piel, picaduras de insectos, abrasiones o dermatitis. Recomendado antes y después de exposiciones solares, así como tras la depilación o el afeitado.

PRINCIPIOS ACTIVOS:

Aloe vera: El aloe posee propiedades emolientes, hidratantes,

humectantes, epitelizantes y antiinflamatorias. Protege de las radiaciones solares y proporciona una buena hidratación de la piel. Efectivo en pieles cansadas, descuidadas y envejecidas. 


Proteínas de seda: Hidratan y suavizan, aportando suavidad, elasticidad y tersura. Ricas en aminoácidos, forman parte del factor natural de hidratación de la piel.

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